sábado, 24 de febrero de 2018

Ir y quedarse, y con quedar partirse: La respuesta a "¿Te quieres quedar a hacer la residencia en casa?"

Con este verso del Fénix de los Ingenios (Lope de Vega) abro una pregunta que las buenas gentes de mi hospital y de mi entorno me hacen muy a menudo: ¿Engrosarás las listas de residentes que se han formado en el Hospital General Universitario? o su forma equivalente ¿Qué quieres hacer de MIR? Y la respuesta es la siguiente: Si te soy sincero, no tengo ni la más remota idea ni quiero hacerme excesivas pajas mentales en el asunto. Como todos, tengo una serie de preferencias. No obstante, me parece contraproducente obcecarme en exceso en esa lista cuadriculada, porque si uno se obsesiona con ella, pierde la línea del presente y se convierte en pasto de los nervios. Una vez tenga el número de orden (que voy a luchar para que sea el mejor posible), vea qué puedo hacer con él y haga una sesuda reflexión, ya veremos. 

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Qué voy a hacer
Je ne sais pas 
Qué voy a hacer 
Je ne sais plus 
Qué voy a hacer 
Je suis perdu...


Manu Chao resumió en una canción las cábalas de muchos médicos.

Y es que el examen MIR, como me dijo cierta residente de otorrino y ratificó cierto cirujano maxilofacial, es un examen que haces prácticamente a ciegas al que confías tu destino a un resultado muchas veces incierto y que con una p<0,05 te enviará a cualquier rincón de este país, y muy probablemente, lejos de papi y de mami. Por ello, es fundamental tener una mente abierta y estar preparado para cualquier tipo de sorpresa y escenario posible, desde un 220 y empezar a preguntar por los servicios de Dermatología del Valle de Hebrón o La Paz, hasta un 4521 y preguntar por Zonas Básicas de Salud para hacer Familia en las provincias de Valencia, Alicante o Albacete (por poner un ejemplo).

Quizás por esta razón es más fácil acertar con tu destino al responder a la pregunta ¿Qué no quieres hacer con tu vida? y yo ya tengo mis respuestas: nada de laboratorio ni con números en exceso. Al que le interese ese tipo de especialidades, se las regalo.

Hay amigos míos que me dicen, conscientes de gran parte de la problemática que puede haber conmigo por mi pasado más o menos turbulento (un pasado que me tiende a perseguir y poner contra las cuerdas y contra la gente): Oye, tío, que puedes empezar una nueva vida en Albacete y que vea la gente lo que has cambiado. Yo les digo que sí, pero, ¿me interesa formarme aquí? Eso es otra película. Si bien es cierto que la gente es muy buena, muy maja y me conocen ya... ¿Cumple con los requisitos ideales para que yo pueda formarme? Eso es una pregunta que solo yo, con el conocimiento adquirido en las jornadas postMIR y visitando hospitales, puedo responderla.

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Hay respuestas que solo se encuentran echándose a la carretera al amanecer y llegando a los sitios a la hora de merendar para preguntar qué hay y qué se hace allí.

Además, yo no entiendo la residencia como un proceso para solventar mis problemas o darle un revulsivo a mi existencia. La residencia es para lo que es: un método para formarme como médico especialista y empezar a currar. Y para nada más, porque,seamos francos, no sirve para nada más. El que haga el MIR por el espíritu de aventura; por tener, como Roberto Carlos, un millón de dólares amigos y así más pasta mandar al Panamá y así más peña poder curar; por huir de su pasado o por encontrar el amor verdadero, me alegro por él y espero de todo corazón que encuentre lo que busca, porque de lo contrario, se tornará un amargado y pasará del millón de amigos al gato que está triste y azul. Algunos hemos planteado nuestra existencia de forma que el centro de nuestra felicidad somos nosotros mismos y desde la perspectiva de que no podemos vivir por los demás, con nuestro mismo mecanismo y que la gente, quitando contadas excepciones, viene y va y buscamos formarnos, satisfacer nuestros caprichitos en la medida de lo posible, no matar a nadie y no acabar inhabilitados por las más variopintas razones o de compañeros de celda de los "Jordis".

Consciente que el pasado no se puede cambiar, pero el futuro puede ser diferente (o no) y me da igual en buena medida, porque no solo depende de mí, sino que también depende del vecino. Y conscientes que la gente, como diría cierta canción de Up with people!, la hay donde quiera que vas y que, como dirían en el anuncio de Aquarius (R), el ser humano es extraordinario, declaro mi renuncia frontal a tratar de complacer a todo el mundo, sino mi compromiso a realizar mi trabajo, que es ayudar a la gente, mantener mis formas, una correcta actitud  y la relación profesional más cordial y plena y no invadir las vidas de los demás si no soy invitado a entrar en ellas. De esta manera, creo que yo tengo la libertad que necesito y los demás no son invadidos por mí de forma incómoda y me centro el lo que me parece importante y en lo único que puedo influenciar: Lo que depende de mí.

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miércoles, 29 de noviembre de 2017

EDITORIAL: ¿A qué hemos venido aquí? Carta abierta para los que han preparado y preparan hoy el MIR.

https://www.redaccionmedica.com/virico/noticias/el-hilo-viral-de-un-estudiante-de-medicina-o-haces-el-mir-o-mueres--6959 

https://www.redaccionmedica.com/opinion/a-tres-meses-del-mir-vale-la-pena--4107?utm_content=buffer9d9d2&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer

https://www.redaccionmedica.com/opinion/-y-tu-a-que-te-dedicas--9438?utm_content=bufferf26a5&utm_medium=social&utm_source=facebook.com&utm_campaign=buffer


Ultimamente Redacción Médica (ese vocero que tenemos los médicos y snaitarios para enterarnos de lo que pasa en el mundillo nuestro) se está haciendo eco de ciertas personas que consideran que el MIR es injusto; que el MIR es como el patriarcado, el racismo, etc; que el MIR no te permite fardar de tus supermegachachis estudios de medicina, que si patatin y patatán... Y YA ME ESTOY ENFADANDO. BASTANTE.

Vamos a ver, pandilla de neuras:

1.- El MIR NO es injusto. Para nada. Nada más lejos de la realidad. Injusto es depender del BOE y de la buena voluntad de los políticos para que se convoque cada 2 años tu oposición, como pasa con jueces, maestros, fiscales, profesores de secundaria y formación profesional, administración y otro largo etcétera, o dramas como el PIR o el EIR que son muy pocas plazas para la cantidad de aspirantes que tienen. Tu oposición (gracias al cielo) se convoca cada año, y es igual para todos los aspirantes y encima solo compites con la mitad (7000 de los 14000), y si me apuras, casi con menos de la mitad, porque un 20% no pasa el corte y el 96% de los extranjeros no entra en el cupo de extracomunitarios. Si eres español, tu uni no es un bodrio y estudias y te dejas de pajas mentales y metafísica barata, tienes una probabilidad muy alta de ir a Madrid a darle al "enter", que ese es el propósito de esto: Ir a Madrid y darle al "enter" y elegir, porque para eso nos lo hemos ganado, una plaza de una especialidad.
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A efectos prácticos, este es el único derecho que te da hacer un buen MIR. Y nada más.

2.- Comparar el MIR con el patriarcado, el racismo y los siete males es poco menos que echar mierda sobre el tejado de nuestra profesión. Y es que, ¡qué mala memoria tenemos! Antes del MIR, lo que había era el nepotismo iletrado en el hospital y una Medicina Familiar a la moda del ejército de Pancho Villa. Ahora tenemos la oportunidad de oro de poder especializarnos donde queramos, de lo que queramos (dentro del orden, claro está) y si hacemos Medicina de Familia tenemos un programa formativo fijado por ley, y unos tutores que nos guían y unos protocolos nacionales que evitan que nuestros pacientes cuando enfermen se encomienden al buen Dios más allá de lo estrictamente necesario cuando entran por la puerta del médico. El MIR es un triunfo de la profesión médica española, pues iguala a todos los médicos, desde el mejor de España al más inútil y vago, y les da la oportunidad de demostrar todo lo que saben y todo lo que pueden dar de sí, y los ordena, conforme a sus méritos en esa prueba (y también un poquito por el expediente de la carrera, que digo yo que para algo tenía que servir estar ahí 6 años que para figurar con la bata). Y es un mismo examen para todos los médicos españoles y extranjeros que sean admitidos. Es la cosa más democrática y la más justa sobre la faz de la Tierra. ¿Que preferías? ¿Prácticar sexo oral a algún/a jefe/a de servicio con tal de ser formado especialista? Si te gusta ese sistema basado en los contactos y en "ser amigüito de" o "el nene o la nena de", Alemania, Gran Bretaña, Suiza, Francia y otros países del mundo te esperan. En España, ese país de "cuñaos" y "de pandereta" que tanto criticas desde tu móvil, hacemos las cosas de otra manera. Y en mi opinión, en este caso, mejor que en otros sitios.

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3.- La pregunta del millón, ¿pero quién demonios te crees que eres? En serio, ¿quién demonios te ha metido en la cabeza que ser médico te da derecho de pernada y a fardar? Es cierto que nuestra carrera es más exigente que muchas porque requiere más sacrificio, pero de ahí a presumir y restregar de forma altiva el diploma... Y luego, ¿quién te ha contado la milonga que ser rehabilitador, neumólogo psiquiatra, familiólogo, neurofisiólogo o anatomopatólogo (especialidades que no suelen ser las primeras en agotarse) es poco menos que la última mierda que cagó Pilatos y ser dermatólogoneurologopediatraintesivistaanestesistacardiologodigestologocirujanoplasticogeneralpediátricovascularoncólogoneurocirujano es poco menos que ser una etnia superior? 
El ego es bueno. El amarse más a sí mismo que a los demás, es malo para el negocio.

El MIR y el número de orden no significan más que eso: un examen para obtener un número de órden para elegir especialidad y para evitar que esto sean los malditos juegos del hambre y estemos matándonos los unos a los otros por ser especialistas en algo. Y es un orden, como el de la cola de la pescadería y el turno. Nada más. Y esa idea racistoide llamada "numeritis" es fruto de muchas mentiras que te han contado las series americanas y tu conciencia, ese enanito interior que sabe mejor que nadie que estudiaste medicina solo y únicamente porque no tiene apenas paro o "para rajar a la gente o darle una pastillica y forrarte de pasta". Si te has creído que vas a ser rico como los médicos americanos, te equivocas: el sueldo del médico español, aunque bajo comparado con nuestros colegas, está muy bien si lo comparamos, por ejemplo, con nuestros colegas rumanos (un cirujano rumano puede cobrar perfectamente 800€ al mes) y el de la mayoría de nuestros pacientes, pero no vas a cobrar la millonada ni tener la mansión que tienen los doctores en los Estados Unidos. Nunca. Never. Jamais. Niciodata. Ni aunque curres mañana, tarde, y noche en la pública y en la privada. No te vas a forrar nunca a esos niveles. Es cierto que vas a vivir muy bien, sin ahogos, te podrás dar muchos caprichos (más que el común de los mortales), pero de ahí a tener un sirviente filipino y una niñera mexicana que cante nanas a los niños que tu mujer (supongo que te casarás con una pobre diabla o diablo que soportará tu ego superlativo de neuroftalmopediatraintensivistadermatologocardiologodigestologo a costa de mucho Prozac y buena voluntad) y pasar todas las navidades en Aruba en tu jet privado es una utopía que no va a llegar nunca. Y cuanto antes lo sepas y lo aceptes, mejor. Más que nada porque el síndrome de Burn-out existe, de ilusiones vive el tonto de los cojones y tu vida no es la jodida "Anatomía de Gray".

Algunos idiotas jugaron demasiado a esto y así nos va.
 
Luego, vamos a ponernos mamonitas, ¿quién te hace pensar que vas a ganar más dinero de dermatólogo que de médico de familia? Las guardias de Urgencias de un R4 de Medicina de Familia están mejor pagadas que las de los dermas de especialidad (210€/10 horas vs 80€/10 horas). Te crees muchas historias y entelequias baratas y luego no sabes de la misa la mitad. Informaos, anda, y dejad de creeros todas esas milongas de cuatro "flipaos" que rulan año tras año. Por favor. (Además, ¿os gusta siquiera la cirugíaplásticadermatocardiologianeurologodigestiva con la que tanto decís que os váis a hacer millonarios?)

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Y ahora volvemos a ponertos trascendentales: el MIR no es un sistema de ascenso social. Ya, como médico, estás en una posición muy importante dentro de la sociedad. No sé si te has dado cuenta. Y como todo puesto importante, tiene una gran responsabilidad. Nuestra responsabilidad es salvar vidas. El objetivo de nuestra profesión es salvar vidas. Salvar vidas. Nada más. No hemos estudiado seis años para tener un tren de vida al estilo "Lobo de Wall Street". Hemos venido a ayudar a la gente. Seamos dermatólogos, seamos psiquiatras, reumatólogos, digestólogos o médicos de familia. El objetivo último de la medicina es ayudar a la gente. Es un sistema de orden, como ya he dicho allí arriba. Ya estamos en lo más alto. Lo que pasa es que hay que ordenar a la hora de elegir a los médicos para evitar que nos peleemos como chiquillos.
4.- Y cuando salen estos señores y dicen que el MIR es cruel e injusto...  
¿Qué esconden detrás? ¿Un orgullo herido de un tipo que se cree Dios? ¿O su propia mediocridad?

No sois dioses. Ni tenéis derecho de pernada por ser médicos, haber sido grandes estudiantes o los preferidos de los profes. 

¿No os gustan vuestras netas? Estudiad más. 

¿No os gusta el puesto que habéis sacado este año y creéis que podríais haberlo hecho mejor? Repetid el MIR.

¿No os gusta ser comparados con vuestros iguales en el sistema más justo de la Tierra después de la muerte? Iros a Bélgica con Puigdemont, que tampoco quiere someterse a otra justicia que no sea la verdadera (es decir, la de Dios -eso dicen los teólogos más afamados-). O a cualquier lugar donde haya un sistema que se parezca más a vuestro ideal.

Pero a los que quieren ser algo y formar parte de este sistema -insisto: lo más igualatorio después de la muerte- prepararse para ser médicos y no "brokers de la salud" y que, aparte de la chequera -que evidentemente no vivimos de aire y de buenos propósitos-, ven a los pacientes, sus necesidades, sus valores y sus deseos, por favor, DEJADLES PISTA LIBRE, QUE MERECEN SER LO QUE DESEEN SER, pues son MÉDICOS con todas las letras, que no filibusteros con bata blanca. Pero dejaos de numeritis y de entelequias de Mr. Wonderful de mundos ideales infernales y de decir sandeces. ¡A estudiar y a recoger la recompensa, que es poder ser médico residente en uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo!

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domingo, 19 de noviembre de 2017

Yo estoy orgulloso de mí, pero Rasputín lo está más.



Mientras escribo esto esta feliz tarde de domingo post-academia + simulacro antes de merendar y dar un tranquilo paseo dominical antes de volver a home sweet home a ver una peli, lo tengo que decir. Tengo una sorprendente capacidad de salir vivo cuando media raza humana me gafa por no ser como los demás, por no querer seguir sus jueguitos hipócritas y seguir mis propias reglas, a la par que observo las tres reglas que rigen mi profesión: humanidad, servicio y corrección.

Basta con ir medio sábado a la sede de la academia en la que estoy preparando el MIR para ver que para muchos, el que aprobara Ginecología y Obstetricia, diciendo adios definitivo a quinto curso, les ha sentado como un disparo a lo Junior Soprano: en todo el páncreas. Los que siguen creyendo que soy un psicópata con una psique más cercana a los dioses que a los seres humanos están de luto nacional. Tanto que ni los oigo, ni los veo. Y es que la XV Promoción (alias "el ejército de Pancho Villa" o "Nueva Bélgica", debido a su bajo grado de unión y su alto índice de discriminación a los que no piensan como ellos y tienen otros principios, esto es, su racismo ideológico) está a puntito de salir por la puerta, pero, en vez de salir con uno menos, es muy probable (y cada día más, porque para eso estoy trabajando) que salga con la beca amarilla con lo que me consideran muchas personas: "la oveja negra". ¿Pero no les han dicho nunca a estos señores que el negro y el amarillo casan muy bien, pues lo vemos en la abeja de RUMASA y en diversos bichejos de la mami naturaleza? El ser duro de matar nunca fue tan caro... Rasputín estaría realmente orgulloso de mí.

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Tras el apoteósico aprobado de Gine (Nos vemos en el MIR, guapura. Besis y que vagi bé), la "Operación Gaudeamus Igitur" no puede ir mejor. El TFG avanza, el MIR avanza netas y las prácticas van bien. Máxilo fue muy estimulante y mis semanas en Anestesia están a punto de acabar. Me veo más de Anestesista (y de médico clínico, en general) que de cirujano, pues me he dado cuenta que mis habilidades manuales bajo presión decrecen. Ahora queda saber que pasa en Rayos, pues tiene todos los visos de convertirse en mi primera opción, pues me parece intelectualmente estimulante, elegante, con buena calidad de vida y con gran perspectiva de poder ayudar a las personas. Otra que sube hasta colocarse en la segunda posición es Psiquiatría, pues me parece apasionante, estimulante, también con una importante calidad de vida (me deja las tardes libres para ir al gimnasio y formarme) y me permite aprovechar una virtud que creo que tengo: soy muy analítico y me gusta examinar detalladamente todo lo que veo. Influye también que estuve muy a gusto en mis prácticas de estudiante en la Unidad de Agudos y en la Unidad de Conductas Adictivas, con maestros que me enseñaron muchas cosas, desde fundamentos legales y a respetar y a querer al paciente psiquiátrico, un paciente que, lo digo aquí y ahora: es igual que los demás, solo que sus problemas son diferentes a los de los demás, pues son problemas que nosotros no vemos, pero él sí ve, y por ello, requiere tanto cariño y respeto como el que podemos tener por los paciente con dolencias, por así decirlo, "físicas". Y el dar honor a esas personas, el ser su valedor principal, el sacarles adelante, acompañarles en sus momentos más bajos, el procurarles una vida mejor, bien vale una vida profesional entera, pues todo el mundo merece una mente sana, apegada a la realidad y en la que puedan tener los recursos para que, de forma autoeficaz, puedan iniciar la búsqueda de su propia felicidad de la forma más libre y satisfactoria posible.

Mis cambios físicos también van parejos a mis cambios emocionales. En los 11 meses que llevo haciendo dieta y los casi 5 que llevo yendo al Gym, me siento super guapo y en suma, me siento genial. ¿Vosotros sabéis la puñetera satisfacción que da tener autoestima, saber que funcionas bien, que el físico se empieza a parecer al intelecto (esbelto, ágil y de lengua afilada)  y que cada día funcionarás mejor y te sentirás mejor? Este cambio es lo que más necesitaba. Y me está sentando genial. Que pena que mucha gente que debería haber podido disfrutarlo más y haberse beneficiado de esta transformación llega un poco tarde para terminar de verla. Muchas buenas personas ni siquieran la han visto. Yo a esas personas, muchas de ellas en otros lugares lejos de aquí, les digo: Ojalá estuvierais aquí para verme mejor que cuando me visteis por última vez.


Turismo de Extremadura patrocina esta añoranza a vosotros. ¡Se os quiere!

Me despido de vosotros hasta el próximo post con una petición personal. Si no tengo más noticias que contaros para antes de Navidad, os pido un favor: No consumáis productos belgas ni viajéis a Bélgica estas Navidades. En particular, chocolate belga. Bélgica es un país racista, gamberro, que tiene acogido, junto con todos los yihadistas,  a un enemigo de España, que es el Sr. Carles Puigdemont i Casamajó, sobre el que pesa una Órden de Busqueda y Captura Internacional  tramitada por la Audiencia Nacional por los delitos de rebelión, sedición y malversación de caudales públicos. Hemos de presionar al Reino de Bélgica para que nos devuelva a nuestro enemigo público nº1 y podamos someterle a la justicia española como a un ciudadano más. Y por ello, hasta que no nos devuelvan a Carles Puigdemont y a los otros miembros del Govern rebelde que están con él en vez de en prisión. Digamosle alto y claro a ese país de racistas, que hasta antes de ayer tenían a los niñitos congoleños exhibidos en los zoológicos como si de jirafas, elefantes o del "negro de Banyoles" se tratara, que España puede ser muchas cosas, pero no es el país basura que son ellos. ¡DADNOS A PUIGDEMONT Y AL RESTO DE TRAIDORES!



Y por supuesto, res de res de productes catalans! En vez de eso, embutidos de Castilla, cava Aragón y Comunidad Valenciana y marisco gallego o de Asturias. Que la solidaridad tenga premio y el racismo y el supremacismo un sonoro castigo.

viernes, 1 de septiembre de 2017

PRÓLOGO CURSO 2017/18: Nosotros, a lo nuestro, que es nuestro estilo de vida.



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Cada primero de setiembre, suelo publicar una declaración de principios que marca mi hoja de ruta para los siguientes nueve meses. Esta, de hecho, va a ser la última. Va a ser la última porque este es mi último año como estudiante universitario. No habrá más declaraciones de ese estilo a partir de que me pongan la beca dorada y resuene en nuestros oídos el "Gaudeamus Igitur" a todo trapo. Pero para el que no se haya enterado, es importante que sepa de qué voy a ir este curso.

Este curso es especial no porque tenga que resolver mis deudas pendientes con Ginecología y Obstetricia, sino porque también es el último y aunque vas más desahogado, tienes aún algunas cositas que hacer, como hacer el TFG, preparar el MIR, Medicina Legal y Forense, el curso del código MEGA, en fin... Cositas que van quedando y que me van a tener entretenido, junto con el gimnasio, los libros y la consola, además de alguna fiesta a la que vaya y los saraos propios de la graduación, el viaje de fin de carrera (ya hablaré de él), la organización de fiestas varios y el vídeo (ahora dedicaré un pequeño fragmento al tema del vídeo de la graduación, uno de esos elementos que sacan lo peor de nosotros, como el diseño de los grupos en segundo, la crisis de Farma y esas cosas que parece mentira que las hagamos entre colegas de una profesión que requiere trabajo EN EQUIPO, pero bueno, se ve que algunos no se han enterado aún y siguen haciéndote la sucia, como si esto en vez de la universidad fuera el instituto...) y entre esas y otras historias más, nos transportamos mágicamente al precioso momento en el que nuestro profesor de genética nos formula el juramento hipocrático.


Ni decir tiene ya que mi objetivo primordial es colocarme en sobre los hombros la beca amarilla (es similar a la de la imagen) el próximo mes de junio y que estoy dispuesto a todo, cueste lo que cueste y caiga quién caiga con tal de hacerlo. ¿Qué hace que esté dispuesto a aplicar métodos maquiavélicos con tal de graduarme? Por dos razones: en primer lugar, porque lo tengo al alcance de mi mano el salir este año por la puerta grande. Y en segundo lugar, porque, al tiempo que me van a dar la beca amarilla, se la darán a muchos rufianes y unas cuantas brujas que no se merecen ser llamados doctores o doctoras, sino graduados en medicina con menos escrúpulos que Al Capone y muchos amigos importantes que han permitido que terminen. Esas personas, por mucho que las notas les acompañen más que a mí y tengan un expediente mejor que el mío (que ya veríamos si eso es verdad, que Albacete es implacable e igual para todos), no tienen una capacidad de preocuparse sinceramente ni de darse a los demás hasta el nivel que yo realmente (con mis limitaciones, claro está) puedo darme. Pero bueno, supongo que ellos también están de enhorabuena: han acabado la carrera más dura sin tener un ápice de vocación ni de sentimiento hacia la profesión médica. Han estudiado esta carrera como podían haberse licenciado "de debó" (es decir, estudiando y tomándoselo en serio como para hacerlo razonablemente bien y no acabar sirviendo BigMacs en un McDonalds con un doctorado) en Derecho, en Ingeniería Naval o en Políticas en la Complutense. Felicidades, ahora os viene el reto grande: ejercer una profesión sin amarla incondicionalmente, a pesar de los días malos. 

Decía Confucio: "Ama tu trabajo y jamás tendrás que ir a trabajar". Espero de corazón que algún día dejéis de ir a trabajar, porque encontréis ese amor por vuestro trabajo. En vuestra mano está, porque como decía el gran JJ: "Lo que hagas con veinticuatro, lo harás con sesenta y cuatro, pero habrá una diferencia: ya serás tú y no podrás cambiar". Si veis que habéis vivido la carrera como un método seguro para conseguir un Mercedes, un bungalow en Almería y un iPhone y no habéis visto más allá de eso ni habéis sentido misericordia, mi más sentido pésame, porque no han aprendido una mierda en los últimos seis años y, aunque volvieran a empezar, jamás aprenderían nada. Serán ricos en materia, pero pobres en espíritu y, sin duda, dignos de lástima por recibir esa beca amarilla, ese baldón amarillo para ellos.

Con una fauna como la que os describo y una flora muy escasa y mayoritariamente, repartida entre la XIII y XIV promoción de mi universidad (que son mis hermanos mayores y a los que les debo, junto con mis maestros, el honor de llegar hasta este punto) y, ergo, fuera de mi día a día habitual, me lo ponen muy fácil para hacer lo que tengo que hacer: yo, a lo mío, a mi estilo de vida, a mi estudio, a mi gimnasio, a mi MIR, a mi TFG, a disfrutar del final de la carrera, del camino de la victoria, a graduarme y de la preparación de la oposición. Y cualquier persona que esté bien de la cabeza pensará en la misma dirección. Eso no quita que tengamos que ser educados, amables, sensibles y empáticos con los que nos rodean, sobre todo si son buenas personas que nos quieren. No quita ello que no esté abierto a la aparición de una chica especial que pueda hacerme sentir mejor o que al menos quiera pasar unos ratos agradables conmigo -ratos de cama y de lo que no sea de cama-. Pero no seré yo el que espere que el mundo gire a mi alrededor de forma pasiva: yo haré que gire en la dirección que me interese, y la manera de hacerlo, es estar enfocado en cosas que me llenen, en mantener mi vida dinámica y saludable y en vivir una vida repleta de vivencias y experiencias.

En cuanto al tema del viaje: Como ya he dicho, tengo varios tipos de compañeros de promoción: los que son como hermanos; los que me dan igual, pero eventualmente (no conviviría con ellos habitualmente, pero una vez al año...) podría hacer piña con ellos; y por último, los que me detestan sinceramente, bien porque son el arquetipo de aliado mangina que oculta su deseo de oler las bragas a toda la población femenina de medicina o por sus ideas políticas, religiosas, sociales o porque no concibe la vida como yo la veo. Si ya es difícil convivir entre las cuatro paredes del alma mater, no quiero ni pensar lo que debe ser convivir en nuestro tiempo libre, en un país extranjero, compartiendo habitación y más aún si algunos se ponen sinceramente, muy violentos. Y más aún cuando lo más probable es que la gente se quiera apuntar para ir a México, tal y como llevan haciendo dos promociones. Yo de entrada no voy a ir a un país en el que es más probable que te secuestren a que te roben y menos con un grupo enorme de gente de los cuales puedo afirmar que un tercio me odia. Y luego no hablemos de lo que supone compartir habitación con determinados personajes y como se ponen esas personas cuando beben (digamos que algunos se ponen como Mike Tyson... Y no porque boxeen, precisamente). Y si le ponemos que tengo un miedo fundado a que nos hagan un Ayotzinapa... Pues veo difícil que me anime a ir al viaje de fin de carrera. ¿Eso quiere decir que Raquis se queda en tierra muerto de risa? Para nada. Tengo varias alternativas para un posible viaje y si no, siempre puedo tomarme una semana de asueto en un apartamento en pleno mes de febrero en algún sitio que no revelaré hasta que haya regresado o avanzar con el TFG o el MIR. Tener vacaciones en enero o febrero es como, por así decirlo, estar de veraneo en pleno invierno y sin que te de la sensación de que en la calle vive toda la ciudad. Algo se me ocurrirá.

Sobre el tema del vídeo de la graduación: me he propuesto a mí mismo para que yo les haga a medida la banda sonora y si quieren alguna escena más para reírnos, así como actor y realizador. Espero que sea una experiencia muy enriquecedora, y no haya problemas, porque si no, me parece que haré como mi amigo Mambí y voy a pasar del asunto y me dedicaré a dejar pasar los días hasta la graduación. Mi intención es salir en el video como actor y escogerles la banda sonora. A ver qué me dejan hacer y hasta que punto los egos de algunos se resienten.

En suma: quiero un año tranquilo, en el que si no me entero de nada ni hablo apenas con alguien fuera de mi zona de seguridad, mejor. Quiero estudiar mucho, hacer mucho deporte, jugar mucho con la consola, estar mucho con mis amigos y, si puedo, disfrutar de toda la compañía femenina que pueda y si ellas son buenas y se lo ganan, pues puede que haya sorpresas...

Me voy a ver Narcos, ¡hasta la próxima!

martes, 29 de agosto de 2017

Puede que nada cambie, pero aún así tengo que hacerlo.

Puede que este proceso no sirva para nada, pero tengo que hacerlo.
Puede que las cosas no terminen de funcionar, pero tengo que hacerlo.
Puede que en mi futuro destino el ambiente sea peor que en el nído de víboras en el que me graduaré, pero tengo que hacerlo.
Puede que termine más solo que la una, pero tengo que hacerlo.
Puede que mi único desahogo sea el deporte, pero tengo que hacerlo.
Puede que no conozca jamás el amor, pero tengo que hacerlo.
Conozco todos los riesgos, pero tengo que hacerlo.

Porque si me quedo aquí, no habrá mañana.
Porque si no echo el pie adelante, no habrá nada que se pueda ganar.
Porque si no escapo, no habrá una segunda oportunidad.
Porque si no utilizo el MIR para escapar, no habrá ni la más remota posibilidad de un futuro mejor.
Porque quedarse aquí es la muerte, y yo quiero vivir mejor.

sábado, 19 de agosto de 2017

Cosas que debes saber de mí.

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1. Espacio. Soy propenso a hablar demasiado de mí y es una cosa que hace que me odie a mí mismo. No quiero atormentarte mis experiencias así de bote pronto, no quiero contarte qué me hace estar encerrado durante mis horas muertas en los auriculares de mi teléfono o leyendo una novela. Si eres bueno/a y tienes sincera curiosidad y no ganas de convertirme en la comidilla del Hospital, puede que algún día te lo cuente. Si no, hazme preguntas y crea misterio alrededor de tí para que yo te pregunte. Si no, en palabras de la DGT: respeta la distancia de seguridad.

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2. Dime la verdad. Dime desde el día 1 qué esperas de mí. No me engañes, no me tortures psicológicamente. Como dirían mi padre: si me quieres, dímelo, y si no, vete al carajo. 
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3. Si eres mujer y tienes interés en mí para algo más que amistad, no me marees. Sé clara y directa -no quiero decir con ello basta-. Mi vida no ha sido un camino de rosas. No es que viviera en el oeste de Philadelphia, en Sarajevo o en Soweto, pero tengo mis traumas del pasado muy a flor de piel. Sedúceme como si sedujeras a un chico que está enfermo del corazón: con sinceridad y ternura. Hazle arder, pero con mucha ternura. Haz que desee coger tu mano, besar tus labios, dormir contigo (Una pista: me vuelven loco las chicas súper dulces). Pero no le hagas vivir en una tormenta de arena, como diría Ivan Ferreiro. En suma: las pruebas, las justas, y si te pasas, acepta una reprimenda en forma de mirada reprobatoria y si te pasas, te lo haré pagar muy caro. Y ten cuidado: soy impredecible y no sabes por dónde te puedo salir si te pasas de lista. Pero eso no es tu problema porque no te vas a pasar de frenada... ¿O no?

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4. Búscame. En serio. Si te caigo bien, búscame. Sobre todo, los primeros días. Probablemente en una de mis múltiples reencarnaciones estaba un gato siamés, así que ya sabes como funciono: búscame las primeras veces. Y dame muchos mimos. Quizás si me das los suficientes, te aparezca a buscar para que me des charleta, comamos juntos o quizás vayamos de cañas.


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¿Ez a mí, pintamonah?

5. Dime un buen gimnasio. Hacer deporte para mí es una necesidad básica, como lo es respirar. El deporte me equilibra la cabeza, hace que esté sanamente cansado y pensando en mis cosas, intentando estar equilibrado. El deporte ha sido uno de los pilares de la persona que conoces. Foméntalo y haz que siga siguiendo su camino de deporte y vida saludable. Me gustan los gimnasios abiertos, estilo americano, con público femenino y masculino y música movida.

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6. Puedo ser tan divertido y tan aburrido como quieras. En tu mano está quién quieres ver. El frío ángel de pijama que te pone midazolanes y hace raquianestesias o al "Residente Calle 13" que te hace rimas mientras te rellena el protocolo de anestesia y te hace "sentilte callejera", señorita intelectual ;).

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¿Qué tú querer tomar cervezas conmigo cuando tú no decirme ni "Buenos días"?¿Qué confianzas ser esas, putón desorejado? Yo no ser tu amigo. Yo ser Presidente de República Comunista Imperial de Rusia y macho alfa por antonomasia. Tan alfa que no necesitar barba de leñador ni voz de espartano para hacer que te corras en bragas como Natacha al ver mis comparecencias en Duma. Déjate ese falso compadreo barato para tus amigas de borrachera. Y no esperes de mi sonrisa alguna. Yo solo sonreír cuando cobro.

7. No hablemos de política y si hablamos de ello, como si fuéramos analistas. Saca el Maquiavelo que llevas dentro, desembarázate de los prejuicios y hazme disfrutar.

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¡Segundos fuera!

8. No juzgues como Raquis se abre paso en el mundo. En serio. No me juzgues. No hagas demasiadas preguntas. Algún día, tendrás respuestas. Pero no pienses en si soy demasiado políticamente incorrecto. Es mi forma de abrirme paso en este mundo. Si no te gusta, como diría cierto conocido mío: please, go away.

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... Y dijo el apostol, ¡las putas manos al aire y dónde pueda verlas! ¡Tú, morena, a la cafetería a por un café doble, y por doble entiendo un café como Dios manda que despierte como el toque de diana, no aguachirle para abuelas! ¡Y tú, mangina pierdemisses, límpiame los crocs con la lengua! En cuanto a tí, pobre diabla destinada a sufrir... ¡Abanícame con la historia del REA-11, que es ligerita y hoy hace calor...! ¿O es porque me subes la temperatura, picarona...? ;)

9. Si me ves con los cascos, ponte en un sitio en donde te pueda ver y tócame antes de ponerte a hablar conmigo. Si no, me voy a asustar y puede que diga alguna imbecilidad fruto del sobresalto. Cuando estoy escuchando música o enfrascado en algo, suelo estar muy sumido en mi riquísimo mundo interior, probablemente el más rico mundo interior del mundo. Es como si me gritas mientras duermo "¡Fuego!". Ten cuidado, por favor :S .

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¿Se ha ido ya el hijueputa que me ha pegado el susto de mi vida?

10. Si te ganas mi cariño, felicidades: tienes un tesoro. Consérvalo. O píérdelo. Es tu elección. Haz lo que debas hacer o lo que no debes hacer. Es cosa de tí.

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Camina en mi niebla. Ojalá me encuentres.

Eso es todo. Ahora os dejo con una canción.


sábado, 12 de agosto de 2017

La sala de espera

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Cuando tomas la decisión de hacer algo con tu existencia, apuntarte al gimnasio, intentar sacarme el permiso del coche, terminar la carrera (eso no es una obligación, es un deber para mí), tratar en lo humanamente posible de mejorar como persona y mejorar mi imágen física y espiritual y estás en un entorno que en un 90% no te va a reconocer ni bajo los efectos de la heroína que has mejorado como ser humano, como posible amante, como atleta y como ser social, y, ante tal frustrante realidad, decides, como ya he dicho en anteriores posts, que mi futuro se escribirá lejos de mi ciudad, en un nuevo y quizás mejor comienzo en otro lugar, entras en lo que se llama "la sala de espera": Has encontrado tus áreas débiles, conoces tu lugar, les estás poniendo remedio, pero eres consciente que para que ocurra dicha mejora se haga 100% efectiva te tienes que pirar, cortar amarras, hacer un hard reset y comenzar de nuevo en otro lugar, rezando a todo el santoral católico que todo salga un poquito mejor, porque aquí te han calado y no te van a dar más chances. Debes salir cuanto antes si no te quieres convertir en esas personas que solo sonríen el día que el cheque ingresa en el banco con el sueldo del mes y evitan así caer en exclusión social otro mes más, pues no tienen más apoyos que sí mismos.

El problema de la "sala de espera" es el siguiente: de ahí hasta que te quieres ir, hay un largo periodo en el que pueden pasar muchas cosas o ser como cuando el pueblo de Israel vagó por el desierto cuarenta años. O puede cambiar tu vida a mejor o, directamente, no cambiar y convertirse en un martirio que deseas que termine cuanto antes y aumentar tu deseo de huir y de empezar una nueva vida que, por favor, sea al menos un poquito mejor que la siguiente y tengas la buena fortuna de toparte con gente comprensiva y bondadosa dispuesta a darte ese nuevo comienzo y a darte la oportunidad de introducirte en un círculo social en el que se reunan las condiciones óptimas para poder tener aquellos logros que no se pagan con la Visa Oro. Has encontrado una puerta de salida, el botón de reset, pero hasta dentro de un rato no lo abren. Y te toca esperar. Te toca esperar y te sientes frustrado, te subes por las paredes. Ahora que has encontrado algo, que vaya usted a saber si será mejor, peor, mediopensionista o horriblemente malo, pero es la puerta que tienes que coger si quieres tener una ratio de probabilidades de éxito mayor que si te quedaras aquí y te dedicaras a lamer culos para limpiar tu nombre.

Quizás lo bueno que tiene la situación es que en la "sala de espera" hay mucho tiempo para pensar, hilar cosas, prepararse para el salto a la siguiente fase de tu existencia y, en suma, ver que todo puede ser del color de rosa. Pero también, si te persigue un pasado horrible, muchas malas lenguas y una serie de mentiras creadas en torno a una figura intransigente y autoritaria, quieres empezar a ver resultados cuanto antes. Y más cuando los últimos acontecimientos no te hacen sentirte el hombre más afortunado de la Tierra: intenté hacer una amiga (una amiga simplemente) y a esa supuesta "amiga" se la tragó la faz de la Tierra sin saber por qué porque no te dio ni una explicación y tenía hasta apalabrada la próxima quedada. Menos mal que tengo a mis amigos (los que de verdad me soportan, en las buenas y en las malas), la literatura, el gimnasio para ponerme fuerte y el permiso de conducir para hacer algo con mi existencia, porque si no... La sala de espera se me haría muy cuesta arriba.

Y tú, ¿estás en la sala de espera?